Día 7—Fiesta de Tabernáculos—2010

La vanidad de la naturaleza humana

Fred R. Coulter—Septiembre 29, 2010

Nota: Todas las Escrituras han sido traducidas de The Holy Bible In Its Original Order (La Santa Biblia en Su orden Original), segunda edición.

¡Saludos hermanos! Bienvenidos al séptimo día de la Fiesta de Tabernáculos, el cual técnicamente y realmente es el último de la Fiesta. Como todo, hay un principio y un final, y existe un significado acerca de lo que hemos pasado. Claro que lo que tenemos que aprender es cómo vamos a reinar con Cristo durante el Milenio como reyes y sacerdotes. Y ese tiempo será un entrenamiento para lo que estaremos haciendo por toda la eternidad. Debemos de darnos cuenta de que todo lo que hacemos nos está preparando para la vida eterna y que cuando seamos seres espirituales continuamente estaremos creciendo en gracia y en conocimiento. Es por eso que tenemos, como lo veremos mañana, el simbolismo del árbol de la vida y lo que realmente eso significará.

¡Esto es algo magnífico hermanos! La Fiesta de Tabernáculos es realmente un foro educacional, son seminarios educacionales, sobre cómo debemos prepararnos para gobernar como reyes y sacerdotes con Cristo. Por supuesto, lo que necesitamos entender es el propósito de la vida –a donde vamos, cuál es nuestro destino –asimismo, con la gente con quien nos estaremos relacionando durante el Milenio. Conforme avancemos en el Milenio, nos enfrentaremos más y más con las cosas que la gente asumirá acerca de la naturaleza humana. Ellos nacerán dentro de una sociedad, y cuando uno nace en una sociedad, todo se vuelve natural y todo parece como si así hubiese sido siempre. Lo mismo con los niños que están creciendo en esta era. Tienen celulares, iPads, iPhones, computadoras, televisores y todas esas cosas ¡todo el mundo las tiene! Así que todo es natural. No se pueden imaginar un tiempo en el que no había todas estas cosas  a su disposición. Les daré dos ejemplos:

1.        A una niña se le preguntó, ‘¿De dónde viene la leche?’ Y ella respondió ‘De la botella.’ No sabía que viene de una vaca. Ni siquiera sabía nada acerca de la leche de cabra.

2.        Luego, recuerdo una vez cuando recién nos vinimos a vivir a Hollister, estábamos en plena sequía. Rachelle tenía aproximadamente sólo dos años en ese entonces e íbamos manejando y se veían campos que eran irrigados por medio de rociadores, y ella nunca había visto la lluvia porque la sequía era tan severa, que no había llovido desde que ella tenía uso de razón en su corta vida. Pero escuchó que hablábamos de la lluvia y sabía que era agua, así que miró los rociadores regando los campos y exclamó: ‘¡Mira papi, está lloviendo!’

         Uno crece en una sociedad, y uno no recuerda cómo es que la sociedad fue en el pasado y uno tampoco entiende cómo será el futuro, justo como lo hemos visto aquí en el libro de Eclesiastés 1:2: ““Vanidad de vanidades,” dice el Predicador, “¡vanidad de vanidades! Todo es vanidad.” ¿Qué beneficio tiene un hombre en toda su obra la cual trabaja bajo el sol? Una generación pasa, y otra generación viene; pero la tierra permanece para siempre.” (vs 2-4) –y todo funciona.

Por lo tanto, parte de las cosas que tenemos que aprender para entrar al Reino de Dios es entender cómo la vida es vista cuando uno nace en las circunstancias en las que uno vive. Claro que durante el Milenio, la gente va a nacer en circunstancias que serán fantásticas. Nacerán dentro de circunstancias en las que muchas cosas les serán de lo más natural. Estoy seguro que uno de los libros que será más usado durante el Milenio es el de Eclesiastés. Y estoy seguro de que la razón por la cual fue añadido a la lectura del Antiguo Testamento para ser leído durante la Fiesta de Tabernáculos, fue con el propósito para que la gente entienda: Sí, tenemos todas estas bendiciones físicas, y todo eso es maravilloso y está bien ¿pero que hay después de eso? Bueno, a ellos no se les reveló eso, pero a nosotros sí.

Vayamos a Eclesiastés, el capítulo cuarto, y vamos a terminar de repasar algunas cosas en Eclesiastés, y veremos cómo encajan en el séptimo día de la Fiesta de Tabernáculos. Nos dará algo de entendimiento sobre porqué algunas de las cosas que se enumeran en Apocalipsis 20, y que van a ocurrir, ocurren. Salomón estaba experimentando con la vida y estoy seguro de que vio a su hijo Roboam crecer. Y si analizamos esto, lo que dijo Salomón cuando mencionó, ‘¿A quién le dejaré todo esto? ¿Será sabio? ¿O será un necio?’ Y él ya entendía los problemas que estaba teniendo con Roboam, los cuales se hicieron evidentes luego de que falleció Salomón.

         Eclesiastés 4:1: “Entonces regresé, y consideré todas las opresiones que son hechas bajo el sol. Y he aquí las lágrimas de los oprimidos, y ¡ellos no tenían consolador! Y del lado de aquellos que los oprimían había poder, pero ellos no tenían consolador.” Cuando comience el Milenio esta es exactamente la condición en la que se encontrarán las personas, porque serán oprimidos por el gobierno mundial y el poder estará de su lado. Cristo va a intervenir a su regreso y sacudirá los cielos y la tierra. Todo estará patas a arriba. No sabrán realmente que hacer, y por eso estaremos nosotros ahí para ayudar.

         Verso 2: “Por eso alabé al muerto que ya ha muerto, más que al vivo que aun está vivo… [Por lo menos sus problemas han terminado.] …Sí, mejor que ambos es el que no ha sido aun, quien no ha visto la obra malvada que es hecha bajo el sol.” (vs 2-3). ¡Es realmente algo impresionante! Lo que vamos a estar haciendo es enseñándoles cómo vivir correctamente y mostrándoles Quién es Dios. Tendrán la naturaleza humana, pero tendrán a su disposición el Espíritu Santo. Ellos tendrán oportunidades de decidir constantemente.

         Verso 6: “Mejor es un puñado con tranquilidad, que ambas manos llenas con dolores de parto y correr tras el viento…. [Así es exactamente como sucede con las personas. ¡Luchando por eso! ¡Luchando por aquello! ¡Luchando por esto otro! Bueno, algunas de las cosas que nos llevan al profundo entendimiento de la palabra de Dios y de la vida serán tan comunes que las personas las perderán de vista.] …Y regresé y vi vanidad bajo el sol” (vs 6-7).

Este es realmente un libro desalentador desde el punto de vista de tratar de entender: ¿Cuál es el destino de una vida sin Dios? O ¿Cuál es el destino de una vida con un entendimiento incorrecto de Dios? Así que todo eso será removido.

         Aquí tenemos otra pista de que él entendió lo que iba a pasar cuando muriera –v 13: “Un niño pobre y sabio es mejor que un rey viejo y tonto, quien no sabe más cómo recibir amonestación… [¿No es esto interesante? Salomón comenzó con  riqueza y dinero ¿Pero cómo terminó? Como un rey Viejo y necio]: …quien no sabe más cómo recibir amonestación.” ¿No es esto interesante? ¡Realmente profético! Muchas veces las personas son bastante proféticas acerca de su propia vida y sus propias circunstancias.

         Eclesiastés 5:1: “Guarda tus pasos cuando vayas a la casa de Dios, y se mas listo para oír que para dar el sacrificio de tontos. Porque ellos no saben que están haciendo mal.” También hay un proverbio que dice, ‘Cuida la puerta de tu mente diligentemente, porque fuera de ella están los problemas de la vida.’ Esto es lo que estaremos enseñando durante todo el Milenio. Entre más pase el tiempo durante el Milenio, y mientras más nos acerquemos a su final, será más difícil de comprender la vanidad del comportamiento humano sin el Espíritu de Dios. Todo el mundo será elevado a un nivel real de habilidad y de entendimiento.

         Verso 2: “No seas imprudente con tu boca, y no dejes a tu corazón ser apresurado para decir una palabra ante Dios. Porque Dios está en el cielo, y tu estás sobre la tierra; por tanto sean tus palabras pocas.” Esto será un poco diferente durante el Milenio. El Padre estará en el cielo. Cristo y sus santos estarán sobre la tierra. Habrá muchos lugares de adoración, así que todavía aplicará: “No seas imprudente con tu boca…” porque todavía habrá naturaleza humana y la gente tendrá que vencer a la naturaleza humana.

Aquí está lo que vamos a enseñar, v 6: “No permitas a tu boca hacer a tu carne pecar… [¡Todos conocerán lo que es el pecado! ¡Todos conocerán que comienza en la mente! Aún así, existirá la vanidad de la naturaleza humana cuando ellos piensen que son buenos y que no necesitan de Dios. Veremos cómo se desarrolla eso conforme avancemos aquí.] …y no digas ante el ángel que fue un error… [En otras palabras, lo mismo que Jesús enseñó, ‘Sea tu sí, sí y tu no, no.] …Porque ¿Por qué debería Dios estar enojado a tu voz y destruir la obra de tus manos? Porque en la multitud de sueños y muchas palabras vanidades abundan; sino teme a Dios.” (vs 6-7). Otra forma de decir confíe en la realidad:

·         No en lo que sueña

·         No en lo que piensa

·         No en lo que imagina

¡Sino en la realidad de las cosas y en lo que realmente son! Esto lo enseñaremos durante todo el Milenio.

         Verso 13: “Hay un mal doloroso el cual he visto bajo el sol, a saber, riquezas guardadas por sus dueños para su propio daño… [En otras palabras, se vuelven avaros y egoístas y no comparten y no dan y no ayudan a los que realmente lo necesitan. Por lo tanto se quedan con el dinero para su propio detrimento, pero cuando mueren lo dejan todo.] …Pero aquellas riquezas perecen a través del mal uso… [Vemos esto hoy. ¿Cuántas personas piensan que van a resolver sus problemas económicos yendo al casino y ganando mucho dinero? La verdad es que todo está arreglado para que pierdan dinero. Habrá algunos pocos ganadores, ¿pero qué pasa cuando alguien gana? Escuché presumir a alguien, ‘Fui al casino y me gané mil dólares.’ Yo le dije, ‘¿Y qué hiciste con ese dinero?’ ¡Me lo jugué todo y gasté doscientos más! ¡No se ganó nada!] …riquezas perecen a través del mal uso. Y él engendra a un hijo, y no hay nada en su mano.” (vs 13-14).

Nuevamente, estamos analizando la vida, cómo sería sin Dios, o con el conocimiento de Dios pero sin la verdadera conversión. Salomón nos presenta un problema realmente difícil. Lo abordaremos un poquito más adelante mientras avanzamos y veremos lo que le sucedió.

         Eclesiastés 6:1: “Hay un mal el cual he visto bajo el sol, y se encuentra abundante sobre los hombres: Un hombre a quien Dios le ha dado riquezas, abundancia, y honor, para que no le falte nada de todo lo que desea para su vida… [¡Todo lo que uno puede querer!] …aun así Dios no le da poder para comer de ella, sino un extraño la come. Esto es vanidad, y es una enfermedad maligna.” (vs 1-2). Estamos viendo esto aquí y ahora, ¿no es así? La mano de Dios está corrigiendo a los descendientes modernos de Israel hoy; toda la riqueza, todas las cosas que hemos adquirido.

Creo que esto es muy interesante y educativo: ¿Cuál era uno de los problemas de Jacob, a quien le fue cambiado el nombre por Israel? Él fue engañoso, ¿verdad? ¡Sí! Y aún su madre le ayudó con el engaño para obtener la bendición, aunque de todas formas la iba a obtener. Así que por su engaño y por lo que hizo para quitarle la bendición a Esaú, Dios lo castigó ¿no es así? Y tuvo que huir para que Esaú no lo matara. Terminó trabajando para Labán 20 años. ¿Recuerdan lo que le hizo Labán? ‘Oh sí, puedes tener a mi hermosa hija Raquel.’ ¡Oh, maravilloso! Y tuvieron la boda y todos tomaron mucho vino y todos estuvieron muy felices. Se consumó el matrimonio y por la mañana despertó Jacob y dijo, ‘Labán qué has hecho, esta es tu otra hija. Te trabajé siete años por Raquel, no por Lea.’ Y Labán le dijo, ‘¿Y qué podía a hacer? La hija mayor se debe casar primero. Si también quieres a Raquel, te la daré en una semana, pero tienes que trabajar para mí durante otros siete años.’ Así que pagó por su engaño ¿no fue así? ¡Claro que sí!

Ahora veamos a los descendientes modernos de Jacob: ¿Cómo es que obtuvieron su riqueza? En vez de esperar a que Dios se la diera de la forma en que lo hubiera hecho, ¿Qué hicieron? ¡Crearon un sistema monetario basado en deuda! Y vean lo que toda esa deuda e interés, todo amontonado, está creando para todo este pueblo que no pudo esperar en Dios, sino que quiso recibir todo su dinero y riqueza a su manera, a través de sus maquinaciones. ¿Y saben que va a pasar? Todo se va a derrumbar. ¡Cada pequeño pedazo! ¡Por eso es que dice Salomón que es una enfermedad malvada!

         Verso 3: Si un hombre engendra cien hijos… [¡Quién sabe realmente cuántos hijos tuvo Salomón!] …y vive muchos años, para que los días de sus años sean muchos, pero su vida no esta llena con bien, y además no tiene entierro; yo digo, un aborto es mejor que él… [¡Qué increíble! ¿Verdad?] …Porque él entra con vanidad y sale en oscuridad, y su nombre será cubierto con oscuridad. Mas aun él no ha visto el sol, ni sabe nada. Éste tuvo más descanso que el otro. Sí, aunque viva mil años dos veces, aún así no ha disfrutado el bien. ¿No va todo  a un lugar?” (vs 3-6). Por eso, veremos que durante el Milenio, cuando alguien muera y sea enterrado, todos sabrán que ha sido maldecido. Que no ha tomado ventaja del hecho de que Cristo está allí, de que los santos gobiernan, de que está disponible el Espíritu Santo, de todo el conocimiento disponible acerca de Dios. Y porque Dios todavía les da libre albedrío—Dios nunca retirará el libre albedrío—todos tienen que escoger. Todos tendrán que escoger durante el Milenio. ¿Qué haré? Mire y vea cómo es esa vida, la forma como es, hay algo allí ¿No es así?

         Verso 11: “Porque hay muchas cosas que incrementan la vanidad, pero ¿que ventaja es eso al hombre?… [¿También hemos visto esto no? He escuchado a personas decir, ‘Estoy cansado de escuchar a predicadores llenos de vanidad.’ ¿No es cierto? Ese es precisamente el lugar donde no debe de haber vanidad. Todos necesitamos tener la realidad y el amor de Dios.] (Y luego él hace la pregunta): Porque ¿quien sabe que es bueno para el hombre en vida, todos los días de su vida vana la cual gasta como una sombra? Porque ¿quien puede decirle a un hombre que será después de él bajo el sol?” (vs 11-12). Ahora está pensando: ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Cómo es que resultará? Continúa y añade bastante a lo que ha venido diciendo, y veremos su conclusión aquí mismo en un par de capítulos mientras avanzamos.

Vayamos a Eclesiastés 7:20—aquí hay una máxima. A pesar de lo que piensa la gente, y a pesar de cómo viven sus vidas. “Porque no hay hombre justo sobre la tierra que haga bien y no peque.” Eso se relaciona con lo que escribió Pablo: ‘Todos han pecado y se quedan cortos de la gloria de Dios.’ Este es el tipo de arrepentimiento más difícil de aceptar y entender: Cuando ha vivido una buena vida, pero en error—no ha cometido adulterio; no ha matado; no ha dicho muchas mentiras; ha honrado a su padre y a su madre—y aún así, como muchas personas en nuestro mundo hoy, en el mundo moderno del cristianismo, guardan el día incorrecto, pero piensan que está bien. Celebran los días festivos, pero se les hace natural porque crecieron con eso. Para alguien así es más difícil arrepentirse que para alguien que realmente ha sido un pecador empedernido y que ha tenido que sufrir por causa de sus pecados. Precisamente como el fariseo y el publicano. El fariseo se presentó a Dios y dijo, ‘Oh, Dios, te agradezco porque no soy como los otros hombres. No soy extorsionador, ni adúltero. Diezmo de todo lo que recibo. Ni soy como este viejo, sucio recolector de impuestos que está aquí tratando de orar a Tí.’ Y mientras tanto el publicano golpeaba su pecho y decía, ‘Sé misericordioso conmigo, un pecador.’

Y que dijo Jesús con esa parábola: ‘Yo les digo, el que se arrepintió –el publicano –es justo delante de Dios, más no el fariseo quien es justo desde su punto de vista.’ Por lo tanto veremos que esto será parte del problema durante el Milenio. Las personas llegarán a un punto donde pensarán, ‘Sí, he hecho esto. He hecho lo otro.’ Veremos esto en un poco más.

Eclesiastés 9:1: “Porque todo esto tomé al corazón, incluso para dejar todo esto claro, que el justo y el sabio y sus obras están en la mano de Dios. Ningún hombre sabe el amor o el odio por todo lo que está delante de ellos. Todas las cosas llegan del mismo modo para todos; hay un evento que le pasa al recto y al impío; al bueno y al limpio, y al inmundo; a quien sacrifica, y a quien no sacrifica. Como es al bueno, así es al pecador. El que jura es como el que teme un juramento. Este es un mal entre todas las cosas que son hechas bajo el sol, que hay un evento que pasa a todos…” (vs 1-3). Recuerden que Salomón tenía toda esta riqueza, todas estas cosas. ¡Aquí se está lamentando! ¿Qué va a pasar? Y sabe que no se puede llevar nada con él.

Verso 4: “Para quien esta entre los vivos, hay esperanza; porque un perro vivo es mejor que un león muerto. Porque los vivos saben que morirán; pero los muertos no saben nada, ni tienen mas una recompensa; porque su memoria es olvidada.” (vs 4-5). ¡Impresionante! ¿Verdad?

Veamos la conclusión de todo el asunto, y veamos lo que Salomón ahora llega a entender. Da consejos especialmente buenos para la juventud, tal y como lo hizo cuando dio todos los Proverbios y los compiló y escribió. Esos son para los niños, para que la gente joven aprenda desde el principio:

·         correcto vs incorrecto

·         bueno vs malo

·         maldad vs justicia

Y para entender que esas cosas están allí, y, ¡para que escojan lo que es correcto! Aquí hay una cosa que será la lección suprema para que todos la aprendan: Tiene que escoger lo que es correcto, y cuando escoge lo que es correcto, no es porque es bueno. Es porque el camino de Dios es bueno, y Dios creó a cada ser humano para ir en Su camino.

         Eclesiastés 11:8: “Pero si un hombre vive muchos años, y se alegra en todos ellos; aun así recuerde los días de oscuridad, porque serán muchos. Todo lo que viene es vanidad… [Este consejo es para ustedes que son jóvenes. Es un buen consejo para todos, pero entre más envejece uno, uno se da cuenta de que no se puede regresar y deshacer lo que ya está hecho. Se puede arrepentir de aquello, pero no puede cambiar las consecuencias. Aquí está lo que le dice a los jóvenes. Pongan atención por favor, ya que es la palabra de Dios.]: …Alégrate en tu juventud, Oh hombre joven… [o mujer joven] …y deja que tu corazón te anime en los días de tu juventud, y camina en los caminos de tu corazón… [tiene que escoger] …y a la vista de tus ojos; pero sabe que por todas estas cosas Dios te traerá a juicio.” (vs 8-9). Todos estamos siempre bajo el juicio de Dios todo el tiempo. Y uno es juzgado por las leyes de Dios, las cuales son automáticas. Porque cuando las personas transgreden sus leyes, se ciegan. Cuando la gente se ciega y no saben que están ciegos no comprenden las consecuencias de sus acciones.

         Salomón nos dá un excelente consejo aquí en el verso 10: “Por tanto remueve la vejación… [frustración, angustia y tribulación] …de tu corazón, y repudia el mal de tu carne; porque la juventud y el vigor son vanidad.” ¿No es cierto? ¡Sí! A todas las mujeres les gusta arreglarse y embellecerse y pasear por ahí para que las vean. ‘¡Oh, que bella soy!’ Y a todos los hombres, los hombres jóvenes, les gusta fortalecerse y mostrar su poder y mostrar que pueden hacen eventos y cosas atléticas, y ¡Que es grandioso! Pero Dios dice, “…la juventud y el vigor son vanidad.” ¿Por qué? ¡Porque está dedicado a sí mismo!

·         ¿Va a hacer eso?

o

·         ¿Va a continuar su vida normalmente hasta que una gran catástrofe llegue porque ha escogido el camino equivocado?

o

·         ¿No puede todavía, escoger el camino de Dios, ser humilde, rendirse a Dios y no tener que pasar por todos los problemas, la vanidad y la angustia?

         Aquí está lo que dice, Eclesiastés 12:1: “Recuerda ahora a tu Creador en los días de tu juventud… [¡Acuérdese de Dios! No espere a que llegue una catástrofe, porque sin duda vendrá. Y en estos tiempos, en la era en la que vivimos, van a haber muchas catástrofes, muchos desastres, muchas dificultades por venir—no sólo para la población en general, sino para la gente en particular.] …antes que los días malos vengan, y los años de vejez se acerquen, cuando dirás, “No tengo placer en ellos.” ”

Quiero que hagan esto: Como verán muchos de nosotros en la Iglesia tenemos canas y, de hecho, estamos llegando a una edad avanzada. Quiero hacerles una pregunta: ¿Han realmente en alguna ocasión pensado que todos nacimos como bebés pequeños alguna vez—ah? Y que hemos crecido, y que ahora somos viejos, al debilitarse nuestros cuerpos y al estar gastados porque todos somos polvo de la tierra; todos somos el césped del campo. Cuando dice Isaías, ‘Toda carne es césped.’ Piensen en esto: ¿Tienen que comer comida? ¿No viene toda de la tierra como el césped? Aún cuando comemos carne, ¿Qué estamos comiendo? Estamos comiendo césped procesado por un animal ¿No es así? ¡Sí! ¡Toda carne es césped! Así como el césped, ¡se envejece pronto! Así que acuérdense de Dios en su juventud antes que en su vejez. Luego nos muestra que cuando uno envejece y nuestros ojos se oscurecen y se desgastan los dientes—en ese entonces no tenían ‘dientes postizos’ como tenemos ahora. Me gusta el anuncio dental que muestra al león, que cuando sonríe, tiene una dentadura perfecta como de humano. Luego cuando nos debilitamos la gente nos tiene que guiar. Como Cristo le dijo a Pedro, Pedro era un macho de sí mismo, pero Jesús le dijo, ‘Cuando seas convertido, fortalece a los hermanos.’ Y Le dijo, ‘Alimenta mis ovejas, alimenta mis corderos.’ Luego Le dijo, ‘Pedro, cuando seas viejo, te van a llevar a donde no quieres ir.’

Recuerden, mientras tengan juventud y fuerza, úsenla correctamente. Cuídense. Cuiden su cuerpo. Cuiden su mente. Porque llegará el día en que envejecerán, van a envejecer. Y pueden hablar con los que hemos pasado por ese proceso, hablen con cualquier mujer –especialmente con una mujer que por primera vez descubre que tiene una cana. He hablado con hombres y mujeres que han llegado a los 30, y de algún modo en este mundo, cuando llega a los 30 está viejo y sobre la colina. Realmente, cuando llega a los 30 es verdaderamente un adulto maduro y está listo para hacer cosas adecuadas para un adulto completamente maduro. Luego llegan los 40 y todavía está en buena condición. Si se cuida y hace ejercicio llegan los 50 y los 60 y después de eso, los 70 y la debilidad, la necesidad de dormir más, la necesidad de cuidarse más. Y luego para algunas personas, 75, 80, 85, 90, 95—más pocos y más pocos—sí, ¡de hecho! ¡Algunos llegan hasta los 100! Durante todo este camino el mismo proceso de vida siempre sucede.

         Por eso es que él dice, v 6: “Antes que la cuerda de plata sea desatada, o el tazón dorado sea roto, o la jarra sea rota en la fuente, o la rueda rota en la cisterna… [En otras palabras, tu vida se descompone. ¡Tu cuerpo se desgasta! ¡Y mueres!] …Y el polvo regrese a la tierra como estaba… [porque polvo eres, y al polvo volverás] …y el espíritu regrese a Dios Quien lo dio… [porque Él es el autor de la vida] …“Vanidad de vanidades,” dice el Predicador; “todo es vanidad.” ” (vs 6-8).

         Ahora veamos la conclusión de todo este asunto, y encontramos que escribió esto para su hijo, v 13: “Escuchemos la conclusión de todo el asunto:… [de todo el libro de Eclesiastés] … Teme a Dios… [mantenernos en su temor y amarlo] …y guarda Sus mandamientos… [a través del espíritu de Dios –esto es lo que vamos a enseñar durante el Milenio.] …Porque esto es el hombre completo… [O la mujer completa. Si quiere una vida plena, ser una persona plena, aquí dice como serlo, y siempre recuerde]: …Porque Dios traerá toda obra a juicio, concerniente a toda cosa secreta, si es buena, o si es mala.” (vs 13-14). Así que aquí, otra vez, tenemos todas las decisiones de la vida puestas delante de nosotros. Esto es lo que llevaremos y enseñaremos a todas las personas durante el Milenio: Que ¡Su vida es preciosa delante de Dios; que está hecho a la imagen de Dios! Y ahora estamos aquí como gobernantes y maestros y sacerdotes, bajo Cristo, para ayudarle a cumplir su propósito en la vida y en su creación. Para que cuando llegue al final de su vida, sea capaz de entrar al Reino de Dios como un ser espiritual, un hijo o hija de Dios, justo como nosotros. ¿No será increíble cuando podamos hacer eso?

Ahora veamos cuales serán las condiciones en el final del Milenio, para que podamos responder a una pregunta incierta que encontramos al estudiar Apocalipsis 20, la cual es: ¿Por qué sueltan a Satanás al final del Milenio?

(continúe en la siguiente pista)

Veamos los problemas a los que nos enfrentaremos al final del Milenio, y como es que las personas se encontrarán en una sociedad tan fantástica que tendremos el caso más grande de Laodiceanismo en la historia del mundo.

Tenemos un caso evidente de Laodiceanismo con el rey Salomón. Hagamos un análisis de Salomón, y es exactamente como dice allí a los Laodiceanos—Apocalipsis 3:17: “Porque dicen, ‘Soy rico, y me he hecho adinerado, y no tengo necesidad de nada’; y no entienden que son desgraciados, y miserables, y pobres, y ciegos, y desnudos. Les aconsejo que compren de Mi oro purificado por fuego para que puedan ser ricos; y ropas blancas para que puedan estar vestidos, y la vergüenza de su desnudez… [un tipo de pecado sexual] …no pueda ser revelada…” (vs 17-18).

I Reyes 9—veamos la vida de Salomón y lo que hizo, como afectó su vida y que sucedió. Porque el reinado de Salomón es lo más parecido en toda la historia a lo que será durante el Milenio. Sabemos que David pecó; Dios lo perdonó, pero hubo castigo sobre la casa de David durante el resto de su vida. También sabemos que Dios le dio a David todos los planos para construir el templo, porque Dios había prometido que su hijo construiría el templo. David acumuló oro, plata, bronce, piedras preciosas, hierro y cobre para cuando fuera tiempo de construir el templo de Dios—para tener todas esas cosas listas para construirlo—para hacerlo un lugar magnífico y maravilloso para adorar a Dios.

Así que David le dijo a Salomón antes de su muerte: ‘Te encargo delante de Dios y de todo este pueblo, que temas a Dios y guardes Sus mandamientos, y que lo busques siempre.’ Bueno, como veremos, Salomón comenzó muy bien. Sabemos que cuando comenzó le pidió sabiduría a Dios. Dios dice, ‘Te daré todo lo que pidas.’ Y Salomón dijo, ‘Dame sabiduría para que pueda juzgar a éste, Tu pueblo Israel. Y Dios le contestó, ‘Como me pediste eso, y no riqueza, ni poder ni dinero, te daré sabiduría y te daré riqueza, porque tu corazón fue dócil delante de mí.’

Aquí tenemos otra lección vital que debemos de estar aprendiendo siempre: ¡No es cómo empieza, sino cómo termina! Piensen en esto respecto de su vida. ¿Si son viejos, cómo están terminando? ¿Cómo están empezando si son jóvenes? ¿Qué vamos a hacer con las decisiones que Dios pone delante de nosotros? ¿Qué van a hacer con su vida? Bueno, veamos lo que hizo Salomón y que esto sea una lección para nosotros, porque en lo que a las escrituras concierne, Salomón fue el más grande Laodiceano. Rumbo al final del Milenio, tendremos el caso más severo de Laodiceanismo con muchísima más gente. También entendamos esto lo cual es muy cierto: ¡Como es el rey, así también es el pueblo!

         Veamos lo que sucedió aquí, I Reyes 9:25: “Y tres veces en un año Salomón ofrecía ofrendas quemadas y ofrendas de paz sobre el altar el cual había construido al SEÑOR, y quemaba incienso sobre el altar el cual estaba delante del SEÑOR. Y terminó la casa. Y el rey Salomón hizo una flota de barcos en Ezion Geber, la cual está al lado de Eloth, en la costa del Mar Rojo, en la tierra de Edom… [Hoy ese lugar se llama Elot. Ellos navegaron por todo el mundo. Hoy se sabe que ellos navegaron alrededor del mundo. También se sabe que la tierra de Ofir es el actual Perú, donde hay abundancia de oro todo el tiempo.] …E Hiram envió con la flota a sus siervos, marineros que tenían conocimiento del mar, con los siervos de Salomón… [un proyecto en común] …Y vinieron a Ofir, y trajeron oro de allí, cuatrocientos veinte talentos, y lo trajeron al rey Salomón.” (vs 25-28). Así que llegó toda esta riqueza, todo este oro. Fue realmente una época de oro que sobrepasó cualquier otra era de la existencia humana sobre la tierra; ¡Realmente lo fue!

         En I Reyes 10:1: “Y la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón concerniente al nombre del SEÑOR, y vino a probarlo con preguntas difíciles. Y vino a Jerusalén con una muy grande comitiva, con camellos que cargaban especias y muchísimo oro y piedras preciosas. Y vino a Salomón, y le dijo todo lo que estaba en su corazón. Y Salomón le respondió todas sus preguntas… [¿No es esto asombroso?] (v 4): …Y cuando la reina de Sabá había visto toda la sabiduría de Salomón, y la casa la cual había construido… [y todo lo que tenía, se quedó sin aliento.] …no hubo mas espíritu en ella. Y dijo al rey, “Fue un reporte verdadero el que oí en mi propia tierra de tus actos y de tu sabiduría.” (vs 1-6). Luego ella dijo, ‘Ver es creer, ahora realmente lo creo. Y felices son aquellos hombres que te sirven.’ (vs 7-8 parafraseados).

         Verso 9: “Bendito es el SEÑOR tu Dios, Quien se deleitó en ti, para colocarte sobre el trono de Israel. Porque el SEÑOR amó a Israel por siempre, por tanto Él te hizo rey para hacer juicio y justicia.” Y ella le dio al rey ciento veinte talentos de oro… [Hablemos sobre economía, ¿verdad? ¿Recuerdan cuando leímos anteriormente que durante el Milenio el oro y la plata serán como el hierro y el latón? Aquí vemos el mismo paralelo. ¡Todo ese oro! ¿No es impresionante?] …y una muy grande reserva de especias, y piedras preciosas. Ninguna especia como esa vino alguna vez de nuevo en tal abundancia que aquella que la reina de Sabá dio al rey Salomón.” (vs 9-10). Así que, no solamente tuvo la flota con Hiram que iba a Ofir, sino que iba regularmente para allá a traer más oro.

         Verso 11: “Y también la flota de Hiram la cual trajo oro de Ofir, trajo de Ofir gran abundancia de árboles de sándalo y piedras preciosas… [¿Qué increíble, no?] …Y el rey hizo de los árboles de sándalo soportes para la casa del SEÑOR… [En otras palabras, eran árboles muy fuertes.] …y para la casa del rey, también liras y arpas para los cantantes. Tal madera de sándalo no ha venido ni ha sido vista hasta este día… [Cuan perfecto todo eso. ¡Dios le envió lo mejor; le dio lo mejor!] …Y el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo el deseo de ella, cualquier cosa que pidió, además de lo que Salomón le dio de su generosidad real. Así ella volvió y fue a su propio país, ella y sus siervos. Y el peso del oro el cual llegaba a Salomón en un año era seiscientos sesenta y seis talentos de oro.” (vs 11-14). Cada talento era de 85 kilos—hagan la cuenta para que vean. Les aseguro que a los banqueros de hoy les encantaría tener algo de ese oro. La pregunta es: ¿A dónde se fue?

         Verso 15: “Además de eso que venía de los hombres comerciantes y del tráfico de los negociadores y de todos los reyes de Arabia y de los gobernadores de las tierras.” Luego nos muestra lo que él hizo con el oro. Todas las copas con las que bebían en la mesa del rey Salomón eran de oro. ¿Se imaginan beber agua de una copa de oro, y usar otra copa de oro más grande para beber vino, y otra copa de oro de donde toman una bebida caliente o te? Probablemente los platos también eran de oro y tenían cubiertos de oro. Hoy tenemos plástico. Este verano cuando estaba viajando, me detuve a comer algo en el aeropuerto y me dieron una cuchara y era plateada. Y pensé, ¡caramba, una cuchara de verdad! Pero cuando la tomé para comenzar a comer, ¿saben de qué era? ¡De plástico color plata! Nos muestra la diferencia de nuestra riqueza y a esta sociedad endeudada. Pensé en cómo encaja eso. Salomón acumuló más y más y fue el hombre más rico que ha existido; el más sabio de todos los hombres; todos los reyes de la tierra buscaron su sabiduría. Y justo como Eclesiastés, el cual él escribió, ¡Todo lo que hizo fue vanidad!

Vean lo que lo metió en problemas. Hizo lo que Dios le dijo que no hiciera. ¡Impresionante! Regresemos a Deuteronomio—veamos la instrucción que Dios mandó respecto a lo que tenía que hacer un rey. Aparentemente, esto fue añadido a las escrituras cuando Samuel recibió las instrucciones de Dios. Si tan solo Salomón hubiera hecho esto, porque Dios dio esta instrucción—Dios se la dio a Samuel—y Samuel la agregó a la colección de escrituras. Así que cuando Esdras lo canonizó, él lo puso en las escrituras aquí.

         Deuteronomio 17:14: “Cuando vengan a la tierra la cual el SEÑOR su Dios les da, y la posean y vivan en ella y digan, ‘Colocaré un rey sobre mí, como todas las naciones que están alrededor mío,’ ” No estaban a gusto con los jueces. Dios quería tratar directamente con los jueces y que ellos trataran directamente con el pueblo. No era una gran jerarquía o monarquía para evitar todos los problemas que conlleva tener una monarquía absoluta. Pero el pueblo la quería tener, y Dios se la dio. Siempre recuerden esto: Cuidado con lo que piden, porque es posible que Dios se los dé. Y no todo lo que ustedes creen que es una bendición, si es contrario a lo que Dios dice, puede resultar en un gran problema. Y eso es exactamente lo que ocurrió aquí, porque Salomón no siguió ni hizo lo que se ordena.

         Verso 15: “Ciertamente colocarán un rey sobre ustedes, a quien el SEÑOR su Dios escogerá. Colocarán un rey sobre ustedes de entre sus hermanos. No pueden colocar un extraño sobre ustedes quien no es su hermano… [Ahora, aquí vemos las instrucciones de Dios para que un rey no se ensoberbezca en poder, en arrebatar, en avaricia y tener.] …Únicamente él no multiplicará caballos para si mismo, ni hará a la gente regresar a Egipto… [¿Cómo podía hacer que regresara el pueblo a Egipto? ¡Al adorar a otros dioses! ¿Qué hizo Salomón? ¡Se casó de inmediato con la hija del Faraón y le hizo una casa! Él no escuchó.] …para multiplicar caballos porque el SEÑOR les ha dicho, ‘No regresarán por ese camino otra vez.’… [Él fue directamente en contra de los mandamientos de Dios para un rey, pero aún así, comenzó bien. Dios se le apareció dos veces. Pero veremos cómo terminó. Y aprenderemos una lección de eso, porque conforme nos acerquemos al final del Milenio, este tipo de conducta se repetirá. Así es la naturaleza humana.] …Ni multiplicará esposas para si mismo, para que su corazón no se aparte. Ni multiplicará grandemente plata y oro para si mismo.” (vs 15-17). Y Dios dijo que Él se lo iba a dar. Sí, supo que lo iba a recibir, pero nunca se disciplinó para manejarlo correctamente. Cuando un ser humano se sienta en un trono de autoridad absoluta y no cede ante Dios cada día de su vida, y estudia la Palabra de Dios, y entiende la Palabra de Dios, y se da cuenta—así como lo escribió Salomón, que ‘Todo es vanidad.’

         Veamos qué más tenia que hacer, v 18: “Y será, cuando se siente en el trono de su reino, escribirá para si mismo una copia de ésta ley en un libro de ese el cual está en la custodia de los sacerdotes los Levitas… [Tenía que subir al templo, ir al aposento del rey, hacer que los levitas trajeran una copia de la ley, la cual cuidaban, dársela al rey, y el rey tenía que escribir su propia copia personal. ¿Con qué propósito?] …Y estará con él, y lo leerá todos los días de su vida, para que pueda aprender a temer al SEÑOR su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para hacerlos.” (vs 18-19). Cuántas veces hemos oído hermanos: oración y estudio, una relación con Dios, ¿verdad? ¡Sí! ¡Esa es la clave! Así que vemos que las cosas fundamentales que hizo Salomón fueron diametralmente opuestas a las instrucciones de Dios.

         Veamos qué otro beneficio iba a traerle esto, v 20: “Para que su corazón no pueda ser elevado sobre sus hermanos, y que no se desvíe del mandamiento, a la derecha o a la izquierda, a fin de que pueda prolongar sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.” ”

Regresemos a I Reyes 11, y veamos lo que hizo Salomón, y luego veremos lo que le sucedió a Salomón, y a Judá, y a las diez tribus de Israel. Luego aplicaremos esto al Milenio como una lección para que nosotros entendamos que habrá gente que realmente decidirá no seguir el camino de Dios al final del Milenio, porque son ‘ricos y con muchos bienes.’

         I Reyes 11:1 “Y el rey Salomón amó muchas mujeres extranjeras, incluso la hija de Faraón, Moabitas, Amonitas, Edomitas, Sidonias, Hititas; de las naciones las cuales el SEÑOR había dicho a los hijos de Israel, “No entrarán a ellas, y ellas no entrarán a ustedes; ciertamente ellas apartarán su corazón tras sus dioses.” Pero Salomón se aferró a esas en amor… [Vean a los extremos y a la vanidad a la que llegó. Sí, escribió el libro de Eclesiastés, pero no escuchó sus propias palabras. No siguió su propio consejo.] (esto es lo que pasó): …Y él tuvo setecientas esposas, princesas, y trescientas concubinas. Y sus esposas apartaron su corazón… [¡del Señor! Y sucedió paso a paso. Esas son muchas mujeres para atender.] …Porque sucedió que cuando Salomón era viejo, sus esposas apartaron su corazón tras otros dioses…. [No sólo lo desviaron de Dios, sino que lo llevaron a otros dioses.] …Y su corazón no fue perfecto con el SEÑOR su Dios como fue el corazón de David su padre, porque Salomón fue tras Astoret, la diosa de los sidonios, y tras Milcom, la abominación de los Amonitas; y Salomón hizo lo malo a la vista del SEÑOR y no fue completamente tras el SEÑOR como su padre David.” (vs 1-6).

¿Cuál fue el resultado de esto? Por su pecado, el reino fue dividido. Cuando él murió, Roboam su hijo tomó su lugar en Jerusalén. Rehusó bajar los impuestos. Así que Jeroboam, quien era uno de los generales de Salomón, fue con todos los hijos de Israel a demandar, ‘Baja los impuestos y nos quedaremos contigo.’ Pero Roboam no escuchó la sabiduría de los viejos consejeros que había tenido su padre, sino que escuchó a los jóvenes sabiondos que se criaron junto con él. Dijeron, ‘Ja ja, súbeles los impuestos.’ Suena un poquito como lo que estamos viviendo hoy en América. ¿No es así? Y así lo hizo. Él dijo, ‘No, mi dedo meñique será más grueso y pesado que el muslo de mi padre.’ Y el reino se dividió. Así que, ¿Ven lo que pasó cuando pecó? Lo que eventualmente le sucedió a ambos. Las diez tribus del norte: Jeroboam no estuvo dispuesto a seguir a Dios, aunque Dios le prometió que si lo hacía le daría una dinastía tal como la que le había prometido a David; más él se rehusó a escuchar. No, Jeroboam salió y puso el ‘becerro de oro.’ ¿Recuerdan a Jeroboam, hijo de Nebat? ¡Sí, ese es él! ¿Qué pasó eventualmente a causa de los pecados de ellos? ¡Fueron enviados a la cautividad! Luego, la parte del sur—los de la tribu de Judá, el Reino de Judá—¿Qué le sucedió a ellos? Hubo unos reyes fieles y otros que no. También fueron a la cautividad luego que llegó Nabucodonosor y en tres invasiones destruyó la ciudad y el templo.

¿Así que, qué pasa cuando el pueblo peca? ¿Y cuando continúa pecando? ¡Son exiliados! Ese es su castigo. Detengámonos y pensemos:

·         ¿Qué le pasó a Adán y a Eva? ¡Sí, los sacaron del Jardín del Edén!

·         ¿Qué le pasó a Caín? ¡Sí, lo sacaron a la ‘tierra del peregrinaje’ o la ‘tierra de Nod.’

·         ¿Ha ocurrido esto muchas veces con muchas naciones que han pecado gravemente contra Dios? ¡Sí, por supuesto!

·         ¿Qué ocurrió con el Imperio Babilónico luego de que ascendió en poder? ¡Fue conquistado por los Medos y los Persas!

·         ¿Qué ocurrió con los Medos y los Persas? ¡Fueron conquistados por los Griegos!

·         ¿Qué ocurrió con los Griegos? ¡Fueron sometidos por el Imperio Romano!

¡Y así sucesivamente hasta nuestros días!

Ahora pensemos en esto en términos del Milenio. Nos encontramos ahora en la recta final del Milenio, y hay personas—porque tienen la actitud de Laodicea—que quieren escoger su propio camino. Veremos que Dios los va dejar hacerlo.

Vayamos a Isaías 65—veamos la era del Milenio, el establecimiento del Milenio. Podemos aplicar esto tanto al Milenio como al período de 100 años llamado el Juicio del Gran Trono Blanco. Veámoslo. Veamos qué pasará. Entenderemos el problema que ocurre al final del Milenio.

Isaías 65:17: “Porque he aquí, Yo creo nuevos cielos y una nueva tierra…. [¿No es esto lo que ocurrirá cuando comience el Milenio? ¿Habrá un cielo nuevo? ¿Una tierra nueva? ¡Sí! No es la final que vemos en Apocalipsis 21-22, pero Él tiene que reconstruir toda la tierra. ¿Recuerdan como queda la tierra después de todas las guerras, las plagas y todo lo que sucede, y cómo cuando comienza el Milenio lo vamos a tener que hacer todo de nuevo? ¡Sí, aquí está hablando de todo eso!] …Y las cosas iniciales no serán recordadas, ni vendrán a la mente. Pero estén contentos y regocíjense por siempre en lo que He creado; porque he aquí, Yo creo a Jerusalén un regocijo, y a su gente un gozo. Me regocijaré en Jerusalén, y Me alegraré en Mi pueblo; y la voz de lamento no será más escuchada en ella, ni la voz de llanto.” (vs 17-19). ¿Y qué será Jerusalén? ¡La capital mundial!

Así es como será durante todo el Milenio—v 20: “No habrá niño que viva solo unos pocos días, ni hombre viejo que no haya llenado sus días… [¡Todos van a vivir!] (Observemos algo aquí si es que podemos interpretarlo adecuadamente): …porque el niño morirá de cien años… [Aquí nos dice cuánto tiempo van a vivir.] …pero el pecador que tenga cien años será maldito.”

Así que todos vivirán cien años durante el Milenio. Hablaremos sobre lo que pasará con aquellos que permanezcan fieles hasta el fin, sin embargo, tienen que morir. ¿Cómo es que Dios hará esto? ¡Lo veremos! El pecador que es maldito, es enterrado. Comprendamos esto: ¡Todo pecador tiene que morir dos veces! La primera muerte y luego la muerte en el Lago de Fuego—¿la cual es llamada? ¡La segunda muerte! Así que, durante todo el Milenio, todos sabrán cuando haya un funeral y alguien sea enterrado, y ¿saben qué? ¡Tendrá que esperar a la resurrección para ir al Lago de Fuego!

Ahora, veamos qué más nos dice aquí sobre lo que ellos harán durante todo el Milenio. Y sabemos que esto es verdad. Verso 21: “Y construirán casas y vivirán en ellas y plantarán viñas y comerán su fruto. Ellos no construirán, y otro vivirá en ellas; no plantarán, y otro comerá; porque como son los días de un árbol, así serán los días de Mi pueblo, y Mis elegidos disfrutarán largamente del trabajo de sus manos. Ellos no trabajarán en vano, ni darán a luz hijos para calamidad. Porque son la semilla del amado del SEÑOR, y sus hijos con ellos…. [Así es como será durante todo el Milenio. Por eso es que habrá una extensa actitud de Laodicea al final, y veremos que habrá personas que no van a querer seguir el camino de Dios. ¿Qué sucederá con ellos?] …Y sucederá, antes que ellos llamen, Yo responderé; y mientras todavía estén hablando, Yo escucharé. El lobo y el cordero se alimentarán juntos y el león comerá paja como el buey; y polvo será la comida de la serpiente. Ellos no herirán ni destruirán en todo Mi Santo monte,” dice el SEÑOR.” (vs 21-25). ¡Todo esto es durante el Milenio! También esto se aplica para el período del Juicio del Gran Trono Blanco.

Hagámonos la pregunta y veamos si podemos contestarla, y veamos si tiene sentido: Cuando comience el Milenio y las personas comiencen a vivir cien años—y quienes hayan calificado a través de amar a Dios, de servir a Dios, y de crecer en gracia y conocimiento—estarán listos para entrar en el Reino de Dios. Ahora, juntemos estas dos escrituras y entendamos algo concerniente a la muerte. Vayamos a Hebreos 9—esto todavía está por cumplirse. Tiene que haber muerte, y veremos como entonces estas personas heredarán la vida eterna. Hebreos 9:27: “Y en la medida como esta designado a los hombres morir una vez, y después de esto, el juicio.”

Vayamos ahora a I Tesalonicenses 4 y veamos lo que dice Pablo respecto a aquellos cristianos cuando vuelva Jesucristo. Qué les sucederá; y uniremos eso con I Corintios 15. I Tesalonicenses 4:15: “Porque esto les decimos por la Palabra del Señor, que quienes estemos vivos y permanezcamos hasta la venida del Señor en ninguna manera precederemos a aquellos que han dormido… [Se refiere a aquellos que ya están muertos. Aquí tenemos a personas que están con vida justo antes del regreso de Jesucristo. ¿Qué va a pasar con ellos? Ellos no se van a adelantar a resucitar antes de los que ya han muerto.] …Porque el Señor mismo descenderá del cielo con un grito de mando, con la voz de un arcángel y con la trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero; luego nosotros quienes estamos vivos y permanecemos seremos atrapados junto con ellos en las nubes para la reunión con el Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.” (vs 15-17). ¿Qué pasará con los que todavía estén vivos? ¿Cómo acontecerá esto?

I Corintios 15—Yo creo que podemos contestar la pregunta y encontrar que, sí, habrá una muerte, pero esa muerte será tan rápida que será en un momento, en un abrir y cerrar de ojos. Es necesario que todos muramos en Adán. I Corintios 15:22: “Porque como en Adán todos mueren… [Todas las personas tienen que morir, pero la pregunta es: para quienes estén vivos al regreso de Jesucristo ¿Qué tanto tiene que durar esa muerte? Obviamente, no hay tiempo para que mueran y sean enterrados y puestos bajo tierra. Y eso no es lo que ha determinado Dios que se haga en ese momento.] …así también en Cristo todos serán hechos vivos” (vs 22-23).

De esto aprenderemos lo que sucederá con quienes sean fieles durante los cien años, ¿qué sucederá con ellos? Sabemos que el pecador va a morir, será enterrado y maldito—esto es enfrentando el Lago de Fuego en su resurrección. Verso 49: “Y como hemos llevado la imagen de aquel hecho de polvo, también llevaremos la imagen de aquel celestial. Entonces digo esto, hermanos, que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda incorrupción. He aquí, les muestro un misterio: no todos dormiremos, sino que todos seremos cambiados, en un instante, en el parpadeo de un ojo, a la última trompeta; porque la trompeta sonará, y los muertos serán levantados incorruptibles… [ellos van primero] …y nosotros seremos cambiados” (vs 49-52). ¿Cómo sucederá esto? ¡Los que estemos con vida tendremos que ser transformados!

Así que cuando juntamos todo eso tenemos lo siguiente: Todos morimos en Adán. Es necesario que todo hombre muera una vez—eso incluye a todos. Por tanto al retorno de Cristo, los que todavía estén con vida morirán y en un instante se transformarán en seres espirituales. Tal y como lo escribió Pablo acerca de que Cristo transformará nuestros cuerpos para que sean como Él. Así que es una muerte y resurrección instantánea—no hay tiempo para enterrarlos y ponerlos en la tumba. ¡BAM! De un momento a otro; en un instante es un ser espiritual luego de que hace un instante era un ser físico. Y ahí está.

Ahora, ¿No podríamos aplicar esto mismo a las personas que vivan durante cien años y sean fieles? ¡Muy probablemente sí! Imagínense que estamos en los servicios del sábado en ese entonces: En algún momento tendremos una fiesta de despedida. ‘Fulano y mengano han sido fieles todos estos años, acérquense al frente, y ahora vamos a darles una fiesta de despedida.’ ¡BANG! Instantáneamente ellos mueren y son transformados, y pasa tan rápidamente que es casi como si no hubiera habido muerte. Pero hay muerte, porque todos tienen que morir en Cristo. Ahora, al final del Milenio, tenemos un problema. En la última generación del Milenio, no habrá tiempo para que los que son pecadores vivan cien años y sean enterrados. ¿Entonces qué pasará con ellos? ¿Qué pasará con los pecadores? Bueno, en este caso no hay tiempo para que ellos mueran. Tenemos esta gran actitud Laodiceana, y habrá gente que va a decir, ‘Oye, yo quiero escoger mi camino.’ ¿Qué pasará con ellos? No quieren ser convertidos. ¿Cómo manejará Dios esto? ¿Qué ha hecho siempre Dios con los pecadores que no se arrepienten? ¡Los ha enviado al exilio! Y veremos aquí en Apocalipsis 20 que, sin duda alguna eso es lo que va a pasar. Veamos lo que pasa al comenzar el Milenio, Satanás es removido, porque la verdad es, como lo vimos en Expiación, que cuando Satanás anda rondando siempre hay pecado. Él es el autor del pecado. Él es un mentiroso y asesino desde el principio. Entonces vemos que el ángel fuerte llegó y lo tomó:

Apocalipsis 20:3: “Luego lo echó en el abismo, y lo encerró, y selló el abismo sobre él, para que no pudiera engañar mas a las naciones hasta que los mil años fueran cumplidos; y después de eso es ordenado que sea soltado por un corto tiempo.” ¿Para qué? Servirá para un último propósito engañoso—porque si entendemos correctamente las escrituras, y las relacionamos y vemos que Dios es el ‘mismo ayer, hoy y siempre’—entonces todos los que rechacen la salvación durante la última generación serán exiliados, pero, ¿a dónde? ¿Y por qué Satanás es usado por Dios otra vez?

Verso 7: “Entonces cuando los mil años hayan sido completados, Satanás será liberado de su prisión; Y saldrá a engañar a las naciones que están en las cuatro esquinas de la tierra, Gog y Magog, de quienes el número es como la arena del mar, para reunirlos para la guerra” (vs 7-8). ¡Tan pronto como lo liberan el pecado se multiplica! ¿Quiénes son estas personas en Gog y en Magog? ¿Son los pueblos de Gog y Magog? ¿O es esta una zona de exilio? Si fueran los pueblos de Gog y Magog, entonces estas personas habrían sido predestinadas para no recibir salvación y Dios estaría haciendo acepción de personas. ¡Y Dios no hace acepción de personas! Por lo tanto, ¿qué tenemos aquí? Tenemos un problema que hay que resolver y es este: ¿Cómo es que estas personas que han sido exiliadas van a morir su primera muerte cuando el Milenio llegue a su fin ya que ninguno de ellos ha alcanzado todavía los cien años? Así es como Él lo hará: Va a sacar a Satanás de prisión. Y este irá a todos aquellos exiliados en Gog y Magog, “…para reunirlos para la guerra.”

Verso 9: “Entonces los vi subir sobre la amplitud de la tierra y rodear el campamento de los santos y la ciudad amada; y fuego de Dios bajó del cielo y los consumió.” Si estas personas morirán, tienen que ser personas de carne y hueso ¿correcto? ¡Sí, por supuesto! Así que el propósito fue: Satanás es liberado de su prisión, él va a todos los que están en el exilio—Gog y Magog—y casi puedo oírlo: ‘¡Carámba! He estado cautivo durante mil años, y realmente soy el verdadero Dios y estoy aquí para mostrarles que están en lo correcto en haber rechazado a Jerusalén y en rechazar a aquellas personas que dicen que son santos. Y ahora nosotros tenemos una oportunidad, la primera oportunidad en mil años.’ Y estas personas no tienen armamentos. ‘¡Vamos a proseguir y a hacer armamentos y vamos a reunir un ejército y vamos a llegar y rodear a Jerusalén y si logramos capturar Jerusalén —lo cual haremos—, controlaremos el mundo, y entonces NOSOTROS tendremos vida eterna, a mi modo!’ Casi puede oír la propaganda.

¿Qué pasa? Dios aprovecha esto para juntarlos para la guerra, para que todos ellos por medio de sus acciones demuestren que han rechazado la salvación, y entonces su primera muerte llega a todos al mismo tiempo ¡BAM! ¡Ellos serán resucitados en la segunda resurrección para la segunda muerte! Hablaremos un poco acerca de esto mañana. Pero el acto final con que culmina el Milenio antes de que comience el período del Juicio del Gran Trono Blanco es el juicio final de Satanás el diablo. El es echado al Lago de Fuego. Todos los demonios son echados allí mismo con él.

Verso 10: “Y el diablo, quien los engañaba, fue echado en el lago de fuego y azufre, donde la bestia y el falso profeta habían sido echados; y ellos, Satanás y los demonios, serán atormentados día y noche en las eras de eternidad.” Más tarde el Lago de Fuego consumirá a toda la tierra en preparación para la Nueva Jerusalén, y los cielos nuevos y la tierra nueva.

¡Entonces, si regresan mañana, aprenderemos la lección del Último Gran Día!

Referencias Bíblicas:

1)   Eclesiastés 1:2-4

2)   Eclesiastés 4:1-3, 6-7, 13

3)   Eclesiastés 5:1-2, 6-7, 13-14

4)   Eclesiastés 6:1-6, 11-12

5)   Eclesiastés 7:20

6)   Eclesiastés 9:1-5

7)   Eclesiastés 11:8-10

8)   Eclesiastés 12:1, 6-8, 13-14

9)   Apocalipsis 3:17-18

10) I Reyes 9:25-28

11) I Reyes 10:1-15

12) Deuteronomio 17:14-20

13) I Reyes 11:1-6

14) Isaías 65:17-25

15) Hebreos 9:27

16) I Tesalonicenses 4:15-17

17) I Corintios 15:22-23, 49-52

 18) Apocalipsis 20:3, 7-10

Traducido: Agosto 16/2010